martes, 4 de noviembre de 2008

Cómo conseguir grandes lectores a través de los cuentos



Escrito por CuentosparaDormir on Lun, 27/10/2008 - 17:41
Hoy día prácticamente nadie duda del importante papel que pueden jugar los cuentos a la hora de iniciar los niños a la lectura y convertirlos en grandes lectores. Sin embargo, no son tan habituales las guías y consejos prácticos sobre el tema, ni se clarifica demasiado el origen de la relación entre cuentos y lectura. Por eso hoy vamos a dar algunos consejos y advertencias sobre cómo consegir grandes lectores.Realmente, hay unas pocas claves que si seguimos adecuadamente casi nos garantizarán haber conseguido un pequeño gran lector, pero todas ellas se basan en una única: el niño adorará la lectura si en su cerebro los libros están asociados a la alegría y la felicidad. De ahí surje todo lo que vamos a hablar en este artículo, y además dará paso a muchas otras ideas que descubrirá cada uno y no llegaremos a exponer aquí.
De esta importante asociación nace la primera consecuencia: la lectura se fomenta alrededor de la visión de un libro. Es decir, un cuento contado por los padres de viva voz, o un cuento leido por quien lo cuente sin participación directa de los pequeños, tiene muchísimos beneficios, pero NO fomenta la lectura en sí mismo, y por tanto la afición lectora de los niños dependerá de sus inclinaciones naturales. Esta es la razón de una situación curiosa: en muchas familias con varios hermanos más o menos seguidos, el mayor suele ser un gran lector, y la diferencia de su afición lectora con el resto es bastante notoria. Esto es debido a que los padres comenzaron leyendo con él, pero al venir otros hermanos, los cuentos se contaban para todos, en lugar de leérselos específicamente a cada uno.

Hay que aclarar que la verdadera motivación del niño cuando lee un cuento con sus padres no tiene nada que ver con el cuento. Lo que él quiere es disfrutar de la atención exclusiva de sus padres, que para él tiene una fuerza y un atractivo incomparables, tan fuertes que las tareas que realiza de esta forma se graban con gran intensidad en su pequeño cerebro en desarrollo. Y es ésta grabación tan fuerte en su cerebro la que podemos aprovechar para asociar esos momentos a las tareas que queremos que disfruten, como es el caso de la lectura. Por eso el niño debe tener acceso al libro. Debe sentir que él también está leyendo, visionar los dibujos y las letras (al no comprender las letras, sus libros deben ser dibujos que sí pueda comprender), y buscar cada día nuevas cosas, aunque sea el mismo libro de las últimas tres semanas. De esta forma, ensu cerebro asocia esos momentos mágicos a la presencia de un libro, y cuando en el futuro tome un libro en sus manos, sentirá el recuerdo de esa alegría y felicidad que le embargaba cuando sus papás le leían un cuento. Seguro que todos tenemos algún objeto que recordamos con cariño, y sólo verlo o tocarlo nos hace sentir bien, aunque para otras personas no signifique absolutamente nada, ¿verdad que puedes recordarlo?

Como hemos comentado antes, es importante dedicar tiempo de lectura específica a cada niño si queremos conseguir esa relación automática libro-felicidad, lo que puede llegar a ser difícil de conseguir en familias con varios niños, así que habrá que organizarse bien, puesto que al estar tratando de forjar un hábito, el ratito de lectura con los papás deberá disfrutarse a diario.
Una idea final interesante. ¿Cuándo podemos parar de leer con ellos? Aunque la pregunta está hecha para responder "nunca", es verdad que podremos ir bajando la frecuencia de las lecturas conjuntas cuando vayamos observando que el niño comienza a buscar y leer los cuentos por su cuenta con alegría. Ésa es la primera señal de que el hábito de la lectura se está fijando en su carácter. A partir de ahí, lo que debermos hacer es cuidar ese hábito, el ejemplo será fundamental para mostrar que los padres también disfrutan de la lectura, pues al ir creciendo su deseo de hacer cosas junto a sus padres se sustituye por el deseo de parecerse a ellos.

En definitiva, cuando los niños son pequeños está en nuestra mano asociar las actividades más enriquecedoras para ellos a momentos especiales vividos junto a los padres y poner así el germen de sus mejores aficiones. La tarea requiere esfuerzo, constancia y paciencia, aunque siguiendo estos breves consejos sabremos qué esperar y evitaremos el desánimo, con la confianza que los frutos merecerán la pena.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy José Manuel Espinosa, muy guay tu blog. A mi siempre me han encantado los cuentos, y aun hoy mi novia (con 22 años) me pide que le cuento uno para dormirse, la verdad es que ella se duerme y yo ejercito un poco la creatividad inventándomelos

SRS'73 dijo...

gracias por animarme!
la verdad es que es una pasada ver las caras de los niños (y no tan niños, cuando les cuentas una historia.